Goic dirigió la diócesis de Rancagua durante catorce años, desde 2004 hasta la aceptación de su renuncia por parte del Papa Francisco en julio de 2018. Fue ordenado sacerdote en 1966 en Punta Arenas y tuvo una extensa trayectoria marcada por un fuerte compromiso con la justicia social. Participó en gestiones para evitar un conflicto bélico entre Chile y Argentina en 1978 y fue designado obispo auxiliar de Concepción en 1979, recibiendo la ordenación episcopal en el Vaticano.
Conocido como el “Obispo rojo” por su acercamiento a las demandas sociales, visitó las minas de carbón en Lota durante los años 80 para conocer la realidad de los trabajadores y destacó por su intervención en negociaciones laborales, como el conflicto de los subcontratados de Codelco en 2007. En 2008, facilitó el diálogo entre el Gobierno y la presa política mapuche Patricia Troncoso durante una huelga de hambre prolongada.
Su legado incluye también su gestión como presidente de la Conferencia Episcopal de Chile en dos períodos y la presidencia del Consejo Nacional para la Prevención de Abusos contra Menores, hasta su renuncia en 2018 para enfocarse en investigaciones en la diócesis. (NP-Perplexity-CNN-La Tercera)
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