El exministro de Hacienda, Andrés Velasco, encendió las alarmas en el ámbito económico al cuestionar si Chile cuenta con el músculo fiscal suficiente para hacer frente a un «reventón» financiero externo, un riesgo que voces expertas consideran inminente. Velasco planteó su preocupación ante el desequilibrio en el crecimiento global, marcado por una expansión «desorbitada» en la inversión tecnológica en Estados Unidos, particularmente en data centers, lo que ha llevado a montos de inversión que superarán los US$400 mil millones en 2025. Este crecimiento tecnológico, aunque motor de Wall Street, revivió el temor de los inversionistas a una posible «burbuja» de la inteligencia artificial (IA), lo que ya se reflejó en la peor semana del índice Nasdaq desde abril.
Para el economista, una caída abrupta en este sector podría desencadenar un desequilibrio global de proporciones históricas; citó a la execonomista jefe del FMI, Gita Gopinath, quien estimó que una baja del mismo tamaño que la de la burbuja «punto com» resultaría en una pérdida global de aproximadamente US$35 billones. Ante este escenario, Velasco reiteró su pregunta clave: «si viniera un reventón desde afuera, ¿tenemos o no tenemos el espacio fiscal necesario?» La inquietud se justifica, ya que Chile aún lucha por equilibrar sus finanzas tras el enorme gasto fiscal asociado a la pandemia.
La compleja situación fiscal chilena muestra una deuda pública que sigue al alza, alcanzando al cierre del tercer trimestre un 42,7% del PIB, una cifra superior a la meta prevista para 2025 e histórica desde 1991. El déficit fiscal estructural proyectado para los próximos años y la tendencia de la deuda al alza preocupan al Consejo Fiscal Autónomo (CFA), que advierte un riesgo de superar el límite prudente del 45% del PIB. Sin embargo, el exministro Mario Marcel desdramatizó la situación, asegurando que el país cerrará las cifras fiscales de este año por debajo del límite prudencial de la regla fiscal.
Otros economistas concuerdan en que la principal debilidad de Chile reside en su capacidad de respuesta inmediata. Cecilia Cifuentes, directora del Centro de Estudios Financieros del ESE, sostuvo que, si bien la solvencia de la banca chilena es «bastante buena» para afrontar el impacto financiero de un shock, «no hay espacio fiscal para tratar de atenuar una crisis», lo que impediría amortiguar el impacto real en una economía que ya crece muy poco.
De igual forma, el economista jefe de BCI, Sergio Lehmann, fue tajante: «Hoy día no tenemos mayor espacio fiscal para enfrentar un shock, lo que revela la urgencia de ordenar las cuentas públicas». Juan Ortiz, investigador senior del OCEC UDP, sumó la preocupación por el incremento sostenido de la deuda y el persistente déficit fiscal, indicando que los activos del Tesoro están «ostensiblemente por debajo de lo recomendado por el FMI». En resumen, aunque el sistema financiero se ve sólido, el consenso apunta a que Chile carece de las herramientas fiscales para amortiguar el impacto de un gran shock externo. (NP-Gemini-Emol)








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