El desplazamiento de flotas chinas hacia Chile ha generado preocupación en el sector pesquero y en el Parlamento. Según datos de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar), dependiente de la Armada, al 12 de octubre de 2025 se registraron 117 recaladas de embarcaciones de ese país en puertos nacionales. La cifra contrasta con las apenas ocho llegadas registradas en 2024 y cinco en 2023.
El puerto de Iquique concentra la mayoría de estos ingresos, seguido por Arica y Talcahuano. Las razones reportadas por Directemar para las estadías son principalmente avituallamiento, relevo de tripulación y reparaciones técnicas. Además, la institución aclaró que no existen registros de infracciones a la normativa pesquera chilena en las naves inspeccionadas.
Cada ingreso, explicaron, requiere la autorización previa del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y una revisión física del cien por ciento de las embarcaciones por parte de la autoridad marítima local.
El aumento coincide con la entrada en vigencia de un decreto peruano, emitido a fines de 2024, que endureció el control de embarcaciones extranjeras tras denuncias de pescadores artesanales por pesca irregular de flotas chinas. Esa normativa redujo a cero los ingresos de naves asiáticas a puertos peruanos durante 2025, desplazando el foco de operación hacia Chile.
El decreto exige a las naves mantener activo su sistema de posicionamiento satelital (Sisesat) y entregar su historial de trayectorias de los seis meses previos al ingreso a puerto, lo que habría disuadido a varias flotas. Según Global Fishing Watch, Perú había recibido 205 embarcaciones chinas en 2024, pero ninguna durante este año.
En contraste, en Chile el aumento ha sido notorio. “Pasamos de siete ingresos en 2024 a 121 durante 2025, un incremento de alrededor de 1.600%”, dijo a Pulso César Astete, director de campañas de Oceana. El especialista planteó que las diferencias normativas entre ambos países habrían incentivado el cambio de destino.
El rápido ascenso en las recaladas de naves también encendió alertas en la Cámara de Diputados. La Comisión de Pesca abordó el tema el 14 de octubre, tras recibir reportes sobre presuntos ingresos de flotas extranjeras a la zona económica exclusiva de Chile.
La embajada de China en Santiago emitió un comunicado el 10 de octubre defendiendo la legalidad de sus operaciones y asegurando una política de “tolerancia cero” frente a la pesca ilegal. Añadió que las actividades cumplen los tratados internacionales y las normas nacionales supervisadas por Subpesca, Sernapesca y la Armada.
Organizaciones internacionales especializadas, como C4ads, también han seguido la evolución del fenómeno. En un reciente informe, advirtieron que parte de las embarcaciones que arribaron a Chile forman parte de flotas previamente vinculadas a actividades de pesca ilegal o trabajo forzoso. “La reubicación de la flota hacia el sur coloca a Chile en el centro del desafío pesquero del Pacífico Sur”, señaló la entidad, que llamó a reforzar los mecanismos de monitoreo y fiscalización. (NP Gemini Pulso)








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