Glenn Cooke, cofundador de Cooke Inc., intenta viajar, al menos, una vez al año al país para visitar al equipo de su filial chilena, mercado al que ingresó a fines de 2007 tras adquirir las operaciones de Salmones Cupquelán.
Hace pocos días tuvo su último paso por el país, con el foco de abordar los inconvenientes operativos y ambientales que una de las 10 mayores productoras de salmones del mundo enfrenta en Chile. Cooke declara que se siente «decepcionado» por el sistema regulatorio local: «No entendemos por qué se nos trata de esa manera. Se nos trata injustamente».
Desde la firma acusan que se han visto impedidos de producir salmones de manera normal en algunos de sus centros de engorda de salmónidos debido a una «conducta obstructiva» por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA).
La disputa con la entidad fiscalizadora data desde 2021, cuando el organismo acusó a la empresa de sobreproducción y que las concesiones se encontraban ubicadas al interior del Parque Nacional Laguna San Rafael, por lo que el regulador ordenó detener su siembra en dichos centros.
Las imputaciones son negadas por Cooke, quien afirma que no trabajan dentro de esas áreas y que sus operaciones se ajustan a la legalidad. Lea la entrevista completa en una nueva edición de El Mercurio.(Emol








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