Los precios globales del transporte marítimo de contenedores continúan su tendencia a la baja, alejándose de los picos de mitad de año. El Global Container Freight Index (FBX), que mide los costos diarios de flete a nivel mundial, se sitúa actualmente en US$1.662, habiendo caído hasta los US$1.546 la semana pasada. Esta disminución sostenida en los valores, registrada desde junio de este año, se explica principalmente por la normalización del mercado post-temporada alta y la corrección tras shocks de demanda temporales.
CAUSAS DEL DESCENSO
Según George Lever, gerente de estudios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), la caída responde a una «normalización estacional post-peak de temporada», coherente con el descenso de la demanda tras el adelanto de embarques de temporada alta. Además, los anuncios arancelarios de Estados Unidos en abril generaron un shock de demanda para aprovechar la ventana de tiempo antes de las alzas. Al posponerse o suspenderse esos aranceles, el exceso de demanda cedió, quitando presión a los precios. La mayor disponibilidad de capacidad en el sector, producto de recientes inversiones, también ha influido en la moderación de los costos.
El indicador FBX alcanzó un nivel no visto en casi dos años, acercándose a los US$1.365 registrados en diciembre de 2023, que fueron parte de la normalización de costos post-pandemia y el aumento de la oferta de carga. El punto más alto de los últimos tres años se alcanzó en agosto de 2024, con US$5.551, un peak impulsado por conflictos geopolíticos como la crisis del Mar Rojo, que forzó desvíos de rutas, alargó recorridos náuticos y provocó pérdidas temporales de capacidad portuaria.
EXCESO DE OFERTA Y DEBILIDAD DEL CONSUMO
El informe Ocean Freight Rate Tracker del instituto británico Transport Intelligence reafirma que el sector se enfrenta a una «tendencia prolongada de un exceso de oferta y de consumo débil». El instituto señala que cualquier recuperación en las tarifas ha sido reactiva (vinculada a políticas arancelarias, como las de Donald Trump) y fácilmente reversible, haciendo que la industria se enfrente a un entorno de gran incertidumbre.
Como ejemplo de esta volatilidad, el informe cita el tráfico en el Océano Pacífico, que ha soportado tanto el peso del avance de la demanda impulsado por los aranceles como el colapso consecuente, dejando a los transportistas con exceso de tonelaje. Respecto a la demanda, la Federación Nacional de Minoristas de EE. UU. prevé que los volúmenes de importación caigan hasta un 21% entre agosto y noviembre, mientras que Europa mantiene una demanda débil que limita cualquier potencial de recuperación.
PROYECCIONES
Transport Intelligence anticipa que los precios de los fletes marítimos deberían continuar a la baja dada la actual dinámica del mercado.
Por su parte, George Lever, de la CCS, proyecta una «moderación en los precios» para los próximos meses, aunque estos se mantendrían «aún por sobre los niveles de 2019». La resolución de algunos conflictos geopolíticos y el aumento de las capacidades de carga deberían contribuir a este proceso. No obstante, el experto advierte que persisten riesgos importantes, como eventos disruptivos, congestión e intermitencias en el funcionamiento de los puertos (incluyendo factores climáticos), además de no poder «descartar un enfriamiento en la demanda global». (NP-Gemini-Pulso)
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