Accionistas de oro y bitcoin han tenido unas alegres semanas bien remuneradas en sus carteras de inversión. Ambas materias primas han alcanzado máximos históricos mientras los inversionistas continúan apostando por ellas.
El oro rompió esta semana la barrera de los 4.000 dólares por onza troy (ozt), la unidad de medida para los metales preciosos, equivalente a 31,1 gramos.
Mientras tanto, el domingo (5 de octubre), la criptomoneda más antigua y conocida del mundo, bitcoin, alcanzó un récord al superar por primera vez la barrera de los 125.000 dólares, antes de retroceder ligeramente.
Hasta ahora, ha sido un excelente 2025 para ambas materias primas. El oro ha protagonizado su mayor repunte desde la década de 1970, con un aumento de precio de más del 50 % desde el 1 de enero. El bitcoin ha tenido algunas caídas durante un turbulento 2025, pero su valor ha subido alrededor de un tercio desde comienzos de año.
ACTIVO REFUGIO ANTE CAÍDA DEL DÓLAR
El oro ya es conocido tradicionalmente como un activo refugio, es decir, al que recurren inversionistas en períodos de incertidumbre. Fiel a su reputación, desde finales de 2018, el oro ha mostrado una fuerte tendencia de crecimiento: su valor se ha incrementado en más del 300 %.
La incertidumbre ha sido un factor en el repunte actual. En abril, la estrategia política del presidente estadounidense Donald Trump de aumentar aranceles alimentó preocupaciones sobre la economía mundial, la sostenibilidad de los niveles de deuda del Gobierno estadounidense y la viabilidad futura del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.
Además, continúa la incertidumbre geopolítica a raíz de la guerra de Rusia en Ucrania y el conflicto en Gaza.
Otro factor reciente ha sido el cierre del Gobierno de Estados Unidos. El oro es ampliamente visto por los inversionistas como una alternativa al dólar estadounidense, cuyo valor se ha depreciado drásticamente este año.
CAÍDA DEL YEN JAPONÉS
El oro también se ha beneficiado de la caída de otro activo refugio, el yen japonés. La moneda nipona continuó debilitándose, a pesar de que las acciones japonesas se dispararon el lunes, tras confirmarse la elección de Sanae Takaichi como líder del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), lo que la posiciona para convertirse en la primera mujer primera ministra de Japón.
«La debilidad del yen tras las elecciones del PLD japonés ha dejado a los inversionistas con un activo refugio menos al cual recurrir, y el oro pudo capitalizarlo», dijo Tim Waterer, analista jefe de mercados en KCM Trade, a la agencia Reuters.
A esto se suma el prolongado cierre del Gobierno estadounidense: «Una nube de incertidumbre aún se cierne sobre la economía de EE. UU. y sobre el posible impacto sobre el PIB», añadió Waterer.
AUGE DE LAS ETF
Como factor adicional, varios analistas señalan un aumento en la demanda de fondos cotizados (ETFs) respaldados en oro, con cada vez más inversionistas con perfiles diversos buscando invertir.
«El hecho de que la demanda de ETF haya regresado con tanta fuerza significa que ahora existen dos tipos de postores agresivos por el oro: los bancos centrales y los inversores en ETF», escribieron los analistas de Deutsche Bank a sus clientes.
Si bien el oro ha sido adquirido desde hace mucho por bancos centrales de todo el mundo, la nueva demanda de ETF ha impulsado el repunte actual.
Datos recientes de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos de EE. UU. (CFTC) muestran que los fondos de cobertura (o hedge funds) batieron el récord de 73 mil millones de dólares en oro.
¿Y EL BITCOIN?
El récord histórico que bate el bitcoin fue impulsado por el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. El contundente respaldo de Trump a las criptomonedas ha impulsado un incremento en la demanda y la confianza en el sector.


Sin embargo, hay evidencia de que más inversionistas institucionales se abalanzan sobre el bitcoin, similar a la tendencia con el oro. El activo se está convirtiendo en una alternativa frente al dólar estadounidense y otros instrumentos de inversión.
Además, las expectativas de recortes en las tasas de interés parecen estar atrayendo a los inversores a asumir mayores riesgos con este activo.
Mientras, la incertidumbre económica estadounidense más bien parece fortalecer al bitcoin, aumentando su demanda. «El cierre del Gobierno importa esta vez», escribió Geoffrey Kendrick, jefe de investigación de activos digitales del Standard Chartered Bank, escribió a sus inversionistas.
«Este año, el bitcoin ha estado correlacionado con los ‘riesgos del Gobierno estadounidense’, lo que se observa en su relación con la prima de plazo del Tesoro de EE. UU.», añadió, refiriéndose al indicador que mide el rendimiento adicional que los inversionistas exigen para mantener bonos del Gobierno a largo plazo, y que refleja su confianza en la estabilidad económica futura.
Otro posible factor para la fortaleza actual del bitcoin puede estar relacionado con su ciclo anual: octubre ha sido históricamente uno de sus meses más fuertes; su precio ha caído solo dos veces en octubre desde 2013.
¿CONTINUARÁ REPUNTE?
Muchos observadores creen que tanto el oro como el bbitcoin seguirán aumentando de valor, con nuevos objetivos en el horizonte. «Sospecho que bitcoin seguirá subiendo durante el cierre del Gobierno y pronto alcanzará los 135.000 dólares», predijo Kendrick.
El hecho de que la administración Trump probablemente continúe aplicando políticas favorables hacia las criptomonedas alimenta aún más el optimismo.
En cuanto al oro, pocos creen que perderá valor en el corto plazo. «Los repuntes pueden continuar hasta 2026, impulsados por las compras del sector oficial; la demanda institucional de oro como diversificador puede mantenerse sólida», señaló HSBC en una nota a inversionistas la semana pasada.
El banco con sede en Londres añadió que espera que los bancos centrales sigan comprando oro en grandes cantidades como cobertura ante los riesgos geopolíticos.
Esto coincide con lo expresado por el Consejo Mundial del Oro en su último informe trimestral, publicado a finales de julio, donde «el 95 % de los administradores de reservas creen que las reservas de oro de los bancos centrales globales aumentarán en los próximos 12 meses».
Junto con la creciente demanda de ETF por parte de fondos de cobertura y otros inversores institucionales, todo apunta a que esta materia prima podría superar nuevamente la marca de los 4.000 dólares muy pronto. (DW)
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