El gobierno saliente enfrenta la compleja negociación del reajuste del sector público para noviembre, en un contexto fiscal austero y con la intención de contener el gasto público. En el proyecto de ley de Presupuestos 2026 presentado al Congreso, se estipula que las remuneraciones del sector público se mantendrán “en valores nominales 2025”, lo que ha generado dudas sobre una posible congelación salarial.
El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, explicó que esto significa que el gasto total en remuneraciones no aumentará en términos nominales, pero aclaró que existen varios mecanismos para lograrlo, como limitar las nuevas contrataciones en reemplazo de funcionarios que se retiran. Desde la Dirección de Presupuestos (Dipres) indicaron que solo se repondrá uno de cada tres funcionarios que se acojan a beneficios de retiro, y que la transición del cambio de gobierno en marzo genera demoras en remplazos, contribuyendo a la contención del gasto.
Respecto al reajuste salarial, Dipres señaló que no se considera una provisión previa en el presupuesto, sino que la corrección se aplicará tras la aprobación de la ley de reajuste correspondiente, por lo que aún habrá discusión con las asociaciones de funcionarios. El Ejecutivo afirmó que la negociación se hará con la dirigencia del sector público como en años anteriores.
En definitiva, el objetivo es mantener el gasto total en remuneraciones estable sin congelar los salarios, buscando contener la expansión del gasto mediante menor crecimiento en el personal, incentivos al retiro y retrasos en contratos nuevos.
Por su parte, la Mesa del Sector Público está elaborando su propuesta para entregarla a fines de octubre o principios de noviembre, sin considerar un reajuste del 0%. El presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), José Pérez, adelantó que el piso para la negociación será la inflación acumulada entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025, estimada alrededor del 3,7%. Además, plantean negociar incrementos adicionales basados en crecimiento económico y productividad laboral.
La negociación tradicionalmente se inicia en la última semana de noviembre, pero los trabajadores buscan anticipar el proceso por el contexto electoral. El nuevo reajuste debe entrar en vigencia el 1 de diciembre de 2025. El año pasado, el aumento fue de 4,9%. (NP-Perplexity-Pulso)
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