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Sarah Mullally, primera mujer en asumir arzobispado de Canterbury


En un hecho trascendental para el anglicanismo global, la obispa de Londres, Sarah Mullally, fue nombrada este viernes como la nueva arzobispa de Canterbury, convirtiéndose así en la primera mujer en la historia en ocupar la máxima jerarquía de la Iglesia de Inglaterra y en ser la jefa espiritual de los anglicanos. El nombramiento fue aprobado por el rey Carlos III, gobernador supremo de la Iglesia, a propuesta del Colegio de Cánones de la Catedral de Canterbury, según anunció el Gobierno británico en un comunicado.

Sarah Mullally, de 63 años, asume el cargo tras una carrera que ha roto múltiples barreras. Antes de su vida en el ministerio, se destacó en el sector sanitario como enfermera oncológica y llegó a ser la Directora nacional de enfermería del Gobierno británico, siendo reconocida en 2005 con la distinción de ‘Dama’ por su contribución. Su camino en la Iglesia, fundada por Enrique VIII en 1534, también ha estado marcado por ser la primera mujer obispa de Londres en 2018.

Su nombramiento se produce tras la dimisión de su predecesor, Justin Welby, quien dejó sus funciones el 6 de enero después de recibir fuertes presiones por la gestión institucional del caso John Smyth. Smyth, un abogado vinculado a la Iglesia anglicana, abusó sexualmente de 130 niños y jóvenes entre 1970 y 2010. Una investigación concluyó que muchos responsables conocían los hechos desde los años 80 y los mantuvieron en silencio, y que el exarzobispo «podría y debería haber denunciado» la violencia a partir de 2013.

SEGURIDAD Y POSTURAS ÉTICAS

Tras su designación, Mullally se comprometió firmemente a «fomentar una cultura de seguridad y bienestar para todos» y admitió los fallos históricos de la institución en el manejo de los abusos de poder. «Como Iglesia, con demasiada frecuencia hemos fallado en reconocer o tomar en serio los abusos de poder en todas sus formas», declaró en su discurso en la Catedral de Canterbury.

En materia ética y social, la nueva arzobispa ha mantenido posturas claras, mostrando su oposición al proyecto de ley de suicidio asistido que se debate en el Parlamento británico, y a su vez, se ha manifestado a favor de las oraciones de bendición a parejas del mismo sexo, abogando por un enfoque pastoral respetuoso de la diversidad de opiniones internas de la Iglesia. El primer ministro británico, Keir Starmer, celebró el nombramiento y destacó que la nueva arzobispa «desempeñará un papel clave en nuestra vida nacional». (NP-Gemini-AFP-Emol-EFE)



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