OpenAI y Nvidia han sellado un acuerdo sin precedentes para el despliegue de 10 gigawatts (GW) de sistemas de computación dedicados a la Inteligencia Artificial, una escala que desafía las proyecciones energéticas y técnicas actuales. Para dimensionar la magnitud del proyecto, 10 GW equivalen a la producción de diez reactores nucleares o al consumo eléctrico de una ciudad de 20 millones de habitantes.
En el marco de esta alianza, Nvidia invertirá progresivamente 100.000 millones de dólares en OpenAI para suministrar millones de unidades de procesamiento gráfico (GPUs). El plan contempla que el primer gigawatt de capacidad esté operativo para 2026, lo que se sumará a los acuerdos de infraestructura que OpenAI ya mantiene con gigantes tecnológicos como Microsoft y Oracle, además de su propio consorcio, Stargate.
El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha destacado la trascendencia de este volumen de cómputo en su blog, señalando que esta infraestructura podría ser clave para lograr avances revolucionarios, tales como la cura del cáncer o la entrega de educación totalmente personalizada a nivel global.
Sin embargo, el proyecto enfrenta un desafío monumental en el ámbito energético. La meta de construir fábricas capaces de generar un gigawatt de infraestructura de IA cada semana se percibe como una utopía con las tecnologías actuales. Pese a esto, Altman mantiene una visión clara sobre la estrategia: un mayor poder de cómputo se traduce directamente en más facturación y un mayor impacto para la compañía, que actualmente se encuentra limitada por la falta de servidores, un cuello de botella que frena el lanzamiento de nuevos modelos y funciones de IA. (NP-Geminis-IA-Johnhernandez.ed)
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