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Expertos ven inviable recortar US$6.000 mills. de gasto fiscal en 18 meses


En el actual escenario electoral, dos de los principales candidatos presidenciales presentan propuestas destacadas para ajustar el gasto público, pero con enfoques y plazos muy distintos. La candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, plantea un ajuste acumulado de 8.000 millones de dólares en cuatro años, mientras que José Antonio Kast, abanderado del Partido Republicano, propone un recorte más acelerado y agresivo: 6.000 millones de dólares en tan solo 18 meses.

Aunque de entrada parecen cifras importantes, fuentes cercanas a esos programas aclaran que las diferencias van más allá. El ajuste de Matthei corresponde en realidad a unos 2.000 millones anuales que se mantienen durante ocho años, y buena parte de ese monto corresponde a reasignaciones presupuestarias para financiar su programa de gobierno. En cambio, la propuesta de Kast implicaría un ajuste neto de alrededor de 8.000 millones, de los cuales 2.000 millones serían reasignaciones y 6.000 millones recortes fiscales reales.

Este último planteamiento ha generado críticas y dudas entre economistas y expertos, pues el volumen y el corto plazo del recorte podrían desencadenar una recesión económica. En un seminario organizado por la Universidad del Desarrollo y Diario Financiero, el economista Luis Eduardo Escobar advirtió que un recorte de 6.000 millones en 18 meses “haría caer la demanda agregada al menos 2 puntos del PIB en aproximadamente dos años”. Desde el equipo de Matthei, Ignacio Briones cuestionó la falta de claridad sobre los programas específicos a recortar, calificando la propuesta como “voluntarista” y desconectada de la economía política real.

Respecto a la factibilidad del recorte acelerado, existe consenso entre los expertos que realizar un ajuste fiscal tan grande y rápido solo por vía administrativa resulta inviable. Según Matías Acevedo, exdirector de Presupuestos, y Alejandro Weber, exsubsecretario de Hacienda, tal magnitud de ajuste implicaría necesariamente reformas legales y cambios estructurales difíciles de aprobar en el corto plazo. Weber añadió que, históricamente, las mayores reasignaciones alcanzaron cerca de 1.800 millones de dólares, muy lejos del monto propuesto.

Finalmente, varios economistas apuntan que el impacto económico final dependerá de qué partidas se ajusten y si ese recorte se acompaña de otras medidas que incentiven el crecimiento, como rebajas tributarias o estímulos al empleo. Sergio Lehmann (Bci) y Alejandro Fernández (Gemines) destacaron que si esas condiciones se cumplen, el efecto recesivo podría moderarse. Sin embargo, la mayoría coincide en que lograr un ajuste fiscal de esa envergadura en tan poco tiempo es complejo y poco realista. (NP-Perplexity-La Tercera)



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