Press "Enter" to skip to content

Crisis laboral: cinco regiones superan el 9% de desempleo


El desempleo se transformó en un problema para la economía. Es que las últimas cifras que entregó el INE para el trimestre marzo-mayo encendió las alarmas de los expertos que siguen la evolución del mercado laboral.

La tasa de desocupación subió 0,6 puntos porcentuales llegando a 8,9%. El alza del desempleo, según explicó el INE, se debió a que el alza de la fuerza de trabajo (0,8%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (0,2%), es decir, el mercado laboral no está siendo capaz de absorber la mayor demanda por empleo.

Las personas desocupadas aumentaron 8,5%, incididas por quienes se encontraban cesantes (8,3%) y quienes buscan trabajo por primera vez (10,4%). El número de desocupados llegó a las 917 mil, la más alta desde febrero-abril del 2021, en plena pandemia. Y se crearon solo 14.500 nuevas plazas laborales, siendo la más baja desde la crisis sanitaria.

Pero la situación es más compleja en algunas regiones del país, las que incluso tienen una tasa de desempleo superior al 10%.

Las que están en una situación bastante desmejorada es la región de Tarapacá, la cual para el trimestre marzo-mayo registró una tasa de 10,7%. “El caso más dramático es el de la región de Tarapacá, en donde por 7 meses consecutivos se registra destrucción anual de empleo, y en donde el desempleo subió en 4,9 pp, al pasar de 5,8% en marzo-mayo 2024 a 10,7% en marzo-mayo 2025. El grueso de la destrucción de puestos de trabajo en Tarapacá obedece a la caída del empleo formal en el comercio, que ha deteriorado gravemente la situación del mercado laboral en la región”, comenta Juan Bravo, director del OCEC-UDP.

Asimismo, en esta región el desempleo femenino es de 11,2%, mientras que el de los hombres se sitúa en 10,3%.

Le sigue la región de Ñuble con un nivel de desempleo de 10,4% donde el de las mujeres llegó al 11,3%.

Un poco más atrás aparece La Araucanía con un nivel de 9,8%, Atacama 9,7% y la Metropolitana con 9,5%. En 9% se ubica el desempleo en la región de O’Higgins y en Biobío.

Patricio Ramírez, coordinador del Observatorio Económico Social de la Universidad de La Frontera, plantea que “esta situación revela un debilitamiento generalizado del mercado laboral que es transversal a los territorios, es decir, el problema del empleo no está centrado solo en un par de regiones, ni está focalizado solo en alguna macrozona del país, sino más bien está presente en la mayoría de las regiones”.

Carmen Cifuentes, economista de Clapes-UC añadió que “estas cifras confirman el deterioro persistente del mercado laboral chileno. El desempleo a nivel nacional ha alcanzado su nivel más alto desde que se tiene registro comparable, excluyendo el periodo más crítico de la pandemia. Esta situación también afecta a las regiones, muchas de las cuales enfrentan escenarios igualmente complejos”.

¿CRISIS LABORAL?

Para los economistas hay una solo lectura de lo que está pasando. Y por lo califican como una crisis laboral que no ha sido abordada por el gobierno e incluso mencionan que se le ha bajado el perfil.

Creo que se le ha bajado el perfil y no se le ha otorgado la importancia que ameritan las magras cifras del mercado laboral que estamos viendo. Como no nos va a llamar la atención que hace un año atrás se creaban del orden de 300 mil empleos en términos anuales, y hoy se crean apenas 15 mil. Eso es un frenazo en la capacidad de crear puestos laborales que debiera encender las alarmas con mayor vigor”, enfatiza Ramírez.

Cifuentes puntualiza que “desde hace tiempo estamos frente a una emergencia laboral. La creación de empleo ha estado en mínimos históricos, mientras que el desempleo, y otros indicadores preocupantes como el desempleo de larga duración y el subempleo, se ubican en niveles alarmantes”.

Sin embargo, añade que “el gobierno no ha reconocido esta situación con la urgencia que amerita. Esta falta de diagnóstico limita la capacidad de respuesta, y ha derivado en una agenda laboral insuficiente. Hasta ahora, solo el proyecto de unificación de subsidios apunta, en parte, a incentivar la formalización y el empleo”.

David Bravo, economista y director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, menciona que “se trata de una situación que objetivamente refleja problemas y una crisis en el mercado laboral que las autoridades no han reconocido como tal y en coherencia con ello, no se han hecho cargo, manteniendo, al mismo tiempo, una agenda que ha apuntado a incrementar los costos laborales sin atender a la inconveniencia de esto en el marco de una crisis laboral”.


Desempleo. Foto archivo.

PROPUESTAS

Dado este escenario de alto desempleo, los expertos piden medidas urgentes al gobierno para dinamizar el mercado laboral.

“En el corto plazo es importante que se apruebe lo antes posible el Subsidio Unificado al Empleo, el cual, aunque no generará efectos inmediatos, puede contribuir a la mejoría del mercado laboral”, plantea David Bravo.

Ramírez añade que “a nivel territorial, los gobiernos regionales deben acelerar y adelantar los proyectos que tienen para el año y que demandan mano de obra. Las regiones deben reflexionar y analizar respecto de sus principales actividades económicas, buscando destrabar barreras que estén obstaculizando mayores inversiones y actividad”.

Mientras que Cifuentes mencionó que “en el corto plazo, se deben priorizar medidas que impulsen directamente la contratación formal, como un proyecto robusto de unificación de subsidios al empleo, que simplifique y fortalezca los incentivos a contratar. La presentación de este proyecto debe incluir detalles de cómo va a funcionar, así como también de los montos involucrados” .

También dice que “es urgente reevaluar e idealmente frenar las políticas que siguen aumentando los costos laborales, al menos mientras el mercado no muestre señales claras de recuperación. Y, por supuesto, reactivar la economía: sin crecimiento sostenido, no es posible esperar una recuperación real del empleo”.

Para Ingrid Jones, economista de LyD, “se requiere centrar la discusión en crecimiento económico y creación de empleos formales. No es suficiente por ejemplo rediseñar los subsidios al empleo, se deben en primer lugar generar las condiciones para que las empresas puedan crecer, contratar a trabajadores y ser capaces de mantenerlos de manera orgánica, aun cuando ya no exista el subsidio”.

Y Juan Bravo se suma a la idea de que se debe acelerar y aprobar “lo antes posible el Subsidio Unificado al Empleo, el cual, aunque no generará efectos inmediatos, puede contribuir a la mejoría del mercado laboral”. (Pulso)



Be First to Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *