Uno de los adjetivos más potentes que ha debido enfrentar la candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, durante las primarias del oficialismo es el de «kirchnerista». El calificativo hace alusión a las políticas estatistas e intervencionistas que los presidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) implementaron durante sus mandatos y ha sido utilizado de manera peyorativa desde el Socialismo Democrático, sector con el que el PC disputa la elección de este domingo.
En concreto, el término ha recaído sobre el programa económico de Jara. Primero, fue el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, quien arremetió contra las ideas de la candidata. «Un ‘modelo de desarrollo guiado por la demanda interna’ como propone el programa del Partido Comunista es bastante parecido a las políticas kirchneristas que terminaron con el colapso económico y la contrareforma de Milei en Argentina», escribió el parlamentario en su cuenta de X a comienzos de la semana pasada.
Luego agregó que «una economía abierta al mundo como la chilena no necesita ese tipo de experimentos, sino fortalecer la cooperación público-privada para crecer más y de forma más justa».
Casi una semana después fue la propia candidata del Socialismo Democrático, Carolina Tohá, quien arremetió contra las políticas que propone la exministra del Trabajo, en medio del debate que tuvieron los cuatro aspirantes de la izquierda a La Moneda. «Tenemos recetas de los años 50, como la demanda interna que está proponiendo el Partido Comunista, que son recetas como el estilo kirchnerista, y yo no creo en eso, otro tipo de mirada económica para el mundo que viene es lo que necesitamos y es lo que vamos a impulsar en nuestro gobierno», enfatizó la otrora secretaria de Interior.
La carta del PC no tardó en contestar. «La propia evidencia internacional ha demostrado cómo contribuye a la demanda interna tener, entre otras cosas, mejores salarios o mejores pensiones. Siempre quedan olvidados esos temas y por eso lo quisimos resaltar en nuestro programa», dijo. «No hay una oposición en que Chile tenga un comercio exterior importante, porque es una realidad, con que también fomente su demanda interna», explicó también.
En específico, la plataforma programática de Jeannette Jara -disponible en la web del Partido Comunista- propone un modelo de desarrollo «guiado por la demanda interna». Esto implica -dice el documento- «aumentar los ingresos de las familias mediante políticas de fortalecimiento del empleo, negociación colectiva, aumento sostenido del salario mínimo, y participación democrática en las decisiones económicas».
Además, aspira a avanzar en inversión pública estratégica, el fortalecimiento de la economía circular, el término de las AFP, la negociación colectiva ramal y la libertad sindical, entre otros.
«UN DISPARATE»
El economista argentino Carlos Ponce vio parte del debate de primarias en el que Tohá embistió contra las propuestas económicas de Jara. A su juicio, el adjetivo utilizado por la candidata del Socialismo Democrático no es el único con el que se pueden calificar las ideas de la abanderada del PC. Es que para el también consultor se podría hablar de un programa incluso peronista.
«Globalmente -señala- un peronista casi tendría que firmar abajo lo que dice esta mujer. Y un kirchnerista también».
En relación a la propuesta específica de desarrollar la demanda interna, Ponce indica que esa estrategia en Argentina no funcionó y que eso quedó demostrado con claridad. «La estrategia en un país chico como Chile, o como era la Argentina, basada en desarrollar mercado interno, francamente me parecen un disparate. Posiblemente tengan un pequeño impacto al inicio y no mucho más que eso», dice. «Uno podría suscribir que algo más de redistribución del ingreso en el modelo chileno debería haber, pero una estrategia basada en la demanda interna -insiste- me parece que simplemente es un sinsentido, un disparate no solo ideológico sino pragmático. Se acaba en dos años, con suerte».
El economista, en todo caso, reconoce que ve algunas diferencias sustantivas entre la candidata del PC y el Kirchnerismo. Destaca no ver a Jara empecinada en llevar adelante una estrategia internacional que la acerque a países como Venezuela, Irán o China, como sí lo hicieron los exgobernantes argentinos.
El economista, en todo caso, reconoce que ve algunas diferencias sustantivas entre la candidata del PC y el Kirchnerismo. Dice, además, que si bien ve la «misma concepción antimercado», parece ser menos «intervencionista». «Acá pusieron precios máximos, cepo al dólar; no podías comprar más de 200 dólares. Además de que el Estado conduzca la estrategia de desarrollo, que es lo que propone esta persona, acá fueron extremadamente intervencionistas. Mal intervencionistas (…) Acá han sido muy intervencionistas en los mercados y Jeannette no habló de ese tema», sostiene.
Por último, indica que percibe una diferencia de estilo. Es que al ver a Jara en el debate percibió a «una mujer muy moderada, muy calmada, muy seria para discutir con otros candidatos, defendiendo su postura, pero en eso nada que ver con el Kirchnerismo. El Kirchnerismo era muy agresivo, iba muy fuerte contra todos. (…) Era muy violento en lo discursivo».
«ES EXACTAMENTE LO QUE HIZO CRISTINA FERNÁNDEZ»
Para el economista argentino y profesor asociado de Faro UDD, Iván Carrino, «es bastante atinado considerar este tipo de políticas que promueve la candidata del Partido Comunista como kirchneristas, en el sentido de darle un protagonismo importante y grande al Estado en la conducción de la Economía».
En su mirada, cuando se habla de guiar al mercado o guiar la demanda interna se pone al Estado al centro de la economía, «cambiando el paradigma de lo que es el modelo económico chileno, en donde el estado tiene más bien un rol subsidiario».
En Argentina, dice, el gobierno «aumentó siempre fuertemente el gasto público, incrementó fuertemente los salarios y de hecho lo hicieron por decreto. Tanto en el sector público como el sector privado se aumentaba el salario mínimo pero también se aumentaba los salarios a través de decretos y de darle poder a los sindicatos. Cuando uno lee que se habla de convenios colectivos, eso también funcionaba aquí en Argentina (…) Ahí hay un rasgo muy similar».
«La candidata -recalca también- propone poner término a las AFP y crear un inversor estatal sin fines de lucro. Eso, sin ir más lejos, es exactamente lo que hizo Cristina Fernández de Kirchner en el año 2008, estatizando de forma coactiva el sistema de pensiones privada que existía en Argentina. Ahí también hay una copia muy marcada del modelo económico Argentino».
«La candidata propone poner término a las AFP y crear un inversor estatal sin fines de lucro. Eso, sin ir más lejos, es exactamente lo que hizo Cristina Fernández de Kirchner en el año 2008»
«El gobierno de Argentina -complementa- emprendió aumentos de salarios, aumento del gasto público, estatización de los sistemas de pensiones, proteccionismo arancelario, subsidios energéticos, controles de precios, precios máximos, precios mínimos. Esto último específicamente no lo veo en el programa de Jara, con lo cual no sería 100% Kirchnerista, pero bueno, podría ser 80%. En cualquier caso cuando uno pone como prioridad número uno estimular la demanda interna a través de aumento del salario mínimo, probablemente también se vaya a fomentar esto con aumentos del gasto público. Ahí la gran pregunta es de dónde sale este dinero».
¿QUIÉN PAGA?
Juan Pedro Ronconi, también economista argentino y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la U. Andes coincide, en términos generales, con sus pares. «Las propuestas de Jeannette Jara evocan en varios aspectos la experiencia del kirchnerismo en Argentina, especialmente por su énfasis en impulsar el desarrollo económico desde la demanda interna y en fortalecer el rol del Estado en áreas estratégicas», dice.
Según explica, medidas como el cierre de las AFP y la creación de un sistema previsional público con administración estatal única «reflejan una visión de mayor injerencia del Estado sobre las decisiones de las personas. Este enfoque recuerda a lo ocurrido en Argentina, donde el kirchnerismo incrementó significativamente el gasto público —del 27% al 47% del PIB en solo 12 años— impulsando programas sociales, subsidios y expansión del aparato estatal».
«¿Quién lo paga?», se pregunta Ronconi. «El kirchnerismo -responde- lo financió inicialmente vaciando cajas a las que tenía acceso el Estado, como las reservas del Banco Central. Otras veces, se hizo con recursos que pertenecían a una porción grande de la población, como al estatizar las administradoras de fondos de pensiones en 2008. Agotadas las cajas, y con el acceso cerrado a los mercados de deuda internacionales, se abocó a la emisión monetaria, lo que derivó en una inflación crónica y elevada que afectó sobre todo a los sectores más vulnerables». (Emol)
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